jueves, 25 de octubre de 2018

Manuel Miranda

La “guerra de las galaxias” es una realidad.


Desde el momento en que Donald Trump lanzó sus aspiraciones a la Casa Blanca en 2016, proclamó continuar la “revolución conservadora” impulsada por las administraciones de Ronald Reagan.

Esta proclama es muy seria, tanto, que hasta iniciativas no tan conservadoras, por lo novedosas como la “guerra de las galaxias”, se están llevando a cabo en esta administración republicana.

La “guerra de las galaxias”, se trata de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), programa que fue “propuesto” por el Presidente Ronald Reagan el 23 de marzo de 1983.

Según Wikipedia: La IDE proponía un programa de investigación y tecnología para el establecimiento de un escudo defensivo ante un ataque soviético con armas balísticas estratégicas. La idea original era la de establecer una defensa anti-misiles desde el espacio que detectara la trayectoria de misiles balísticos y que pudiera destruirlos en diversos puntos de su trayectoria. La tecnología para llevar a cabo esta iniciativa, sin embargo, no estaba aún desarrollada y algunas de las ideas no se llegarían nunca a llevar a cabo.

Esta iniciativa fue supuestamente “tirada a la basura” en 1993, durante la administración del Presidente Bill Clinton, bajo el alegato de “imposible”, “poco realista”, “acientífica”, y que el Presidente Reagan “se inspiró en películas de su pasado como actor y en ideas futuristas poco desarrolladas”.

Aunque retuvieron el argumento base de “defensa contra la URRS”, creando Organización de Defensa de Misiles Balísticos (BMDO), para cambiarla a Agencia de Defensa de Misiles (MDA), para desarrollar una red de misiles antiaéreos “desde tierra” y no “desde el espacio”.

El programa “Guerra de las galaxias”, continuó tal como fue concebido.

Los hechos demuestran que este programa, continuó desarrollándose tal cual como fue concebido y propuesto por el Presidente Ronald Reagan, aunque de forma ultra secreta y bajo el eufemismo de la MDA, en combinación con la Agencia del Espacio (NASA).

Usualmente: Los descubrimientos y “nuevas tecnologías” son de uso “militar” y posteriormente pasan “al mercado”, cuando aparece otro invento que hace obsoleto y desechable el que se había implementado.

El “público consumidor”, en términos prácticos, compra y disfruta de “desechos militares”.

Desde que se anunció “la propuesta de guerra de las galaxias”, la tecnología dio salto significativo con la aparición y “masificación” de la telefonía móvil, internet, WIFI, computadores y teléfonos “táctiles” con decenas de “aplicaciones” que van desde el “estado del tiempo” hasta “geo localizadores”. Así como muchas otras tecnologías, como la televisión digital.

Esto es claro factor que la “industria tecnología militar” ha estado trabajando y avanzando arduamente, manteniendo e implementando descubrimientos e innovaciones científicas hasta ahora en fase “ultra secreta”, como el caso de los helicópteros en la operación Jerónimo contra Osama Bin Laden,que prefirieron destruir antes que dejar abandonados.

El más reciente anuncio de la creación de la “Fuerza Espacial separada de la Fuerza Aérea” es la consolidación del proyecto “Guerra de las Galaxias”, por parte de Donald Trump, constituido en “discípulo aventajado” de Ronald Reagan.

La Fuerza Espacial, será otra nueva división, dentro de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, en adición a las “tradicionales”: Armada, Cuerpo de Marines, Guardia Costera, Fuerza Aérea y Ejército.

Lo que significa: Que como toda una “División” con voz y voto en el Pentágono: cuenta con hombres y mujeres altamente entrenados, armamentos de potencia “inimaginable”, “bases” en el espacio o en la luna y “naves” capaces de volar en todo el espacio.

Habría que determinar, a luz del derecho internacional, si esta nueva “fuerza militar” cuenta con la anuencia de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Ya que todo lo referente “al espacio” nos afecta a todos.


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