lunes, 18 de junio de 2007

Manuel Miranda

LA CAMARA DE CUENTAS: EJEMPLO DE PODREDUMBRE


Hace unos días, República Dominicana se vió estremecida por el escándalo protagonizado por los actuales incumbentes de la Cámara de Cuentas.

Para los que no lo saben, la indicada institución gubernamental, de conformidad a la Constitución en su artículo 79 y de su Ley Orgánica es el ente “fiscalizador, encargado de el conocimiento, revisión y aprobación de todas las cuentas generales y particulares del Estado..."

Acontece que los “honorables” miembros que integran ese ente gubernamental, a sabiendas que venía en camino la actual Ley No. 497-06 sobre AUSTERIDAD en el sector público SE AUMENTARON LOS INGRESOS de RD$261,088.28 (US$7,700.00) hasta la suma de RD$449,994.28 (US$13,235.00) y lueguito “adecuarlos” de conformidad a dicha ley, tan pronto entrara en vigencia.

Lo más jevi de esa “rebaja” de sus salarios es que la normativa antes referida, lo contempla en un 15% sobre el “salario base” y el aumento previo de un 50% fue agregado en el apartado de “dietas y viáticos” quedando finalmente sus ingresos en la bicoca de DOCE MIL DOLARES (US$12,000.00) cuando sus ingresos eran los US$7,700.00 antes de la entrada en vigencia de la ley aludida.

Y para rematar, la legislación LOS ENCARGA A ELLOS MISMOS DE VIGILAR SU FIEL CUMPLIMIENTO.

¡¡CUANTA AUSTERIDAD!!

Diversas reacciones, destacándose la de Participación Ciudadana les obligaron a echar pa trás esa "austera" medida.

Aunque el pedido no es la retractación, sino LA DESTITUCIÓN de sus actuales miembros, pues la entidad gubernamental dominicana, es el ente MORAL por excelencia.

Por ello, es que los señalo como el más vivo ejemplo de la podredumbre que carcome las instituciones de mi país.

Al parecer copiaron la “revolucionaria idea” de los también “Honorables” Magistrados que componen el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que ante el llamado de rebajarse los sueldos formulado por el Presidente Chávez, aplicaron IDÉNTICA vagabundería.

Rebajándolos en un 50%, aumentando sus “bonos” en más de de 50% y rematando con una sentencia emitida por ellos mismos, convirtiéndolos en no deducibles de impuestos.

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