miércoles, 22 de julio de 2009

Manuel Miranda

FRASES CELEBRES: Del General ® Juan Tomás Taveras Rodríguez.


En el tema anterior*, pudieron observar las “telúricas” reflexiones del General ® Juan Tomás Taveras Rodríguez, que fueron “la gota que derramó la copa” que produjeron el cese de su brillante carrera policial.

Cuando nos referimos que el artículo que provocaron el castigo y posterior "retiro" fueron “la gota”, es porque previamente había escrito otros temas, que rápidamente lo pusieron en la mirilla de las aves de rapiña que merodean las esferas de la Policía Nacional, en espera de que “resbalara” pa entrarle con tó los jierros…

Por ello, antes de “entrar en materia” en donde opinaremos en cuanto a ese suceso, les ofrecemos esta apretada recopilación de su columna-blog “Justicia y Bien Común” del diario Clave Digital, de algunas de sus frases célebres:


Lo cierto es que el Estado dominicano ha permanecido confundido en cuanto a los ámbitos de competencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. En su mayoría los actores políticos en cuanto a los tres poderes del Estado han ignorado o desconocido la realidad de estas instituciones…
Lunes, 22 de junio de 2009


La falta de civismo impide una buena relación entre las personas que demandan servicios públicos y las autoridades dominicanas. Es común la prepotencia y arrogancia por parte de muchos servidores o funcionarios públicos incapaces y llenos de mediocridad, y sumado a ello por otra parte, los que tienen algún nivel económico que muchas veces les impide ver más allá de sus narices, los cuales se sienten con patente de corso para violentar las normas y las buenas costumbres fundamento esencial para la convivencia pacifica y para el desarrollo socio-económico de todo país.

Ni autoridades ni ciudadanos sabemos conducirnos con respeto y urbanidad frente al orden social y el estado de derecho. No Tenemos cultura de respeto a las normas, nos comportamos como una sociedad incivilizada.

La sociedad dominicana requiere más que nunca la consolidación del estado de derecho fuerte e inviolable respaldado por instituciones con lineamientos éticos y de principios morales, sustentados por la cohesión social…

En estos momentos nuestro país República Dominicana demanda transformaciones profundas comenzando con resistirse a los siete pecados capitales del mundo descritos por Mahatma Ghandi: “la riqueza sin trabajo, el placer sin conciencia, el conocimiento sin carácter, el comercio sin moralidad, la ciencia sin humanismo, la religión sin sacrificio y la política sin principios.”
Lunes, 8 de junio de 2009


El concepto invasión pacífica sí es aplicable en el caso dominico-haitiano, pues presenta la principal característica: la violación del estado de derecho y sucede al momento en que los haitianos entran y permanecen ilegalmente en el territorio.

No se trata de un proceso migratorio simplemente económico, sino también político y social.

Hacen falta políticas y estrategias de estado, acciones y ejecutorias para lograr el desarrollo de esas conclusiones, que sienten y establezcan soluciones efectivas.

La constitución dominicana es el fundamento de nuestro estado de derecho, es la base principal para la organización de nuestra sociedad. Desde aquí se debe partir en toda apreciación o juicio de valor.

Está claro que nuestras instituciones son débiles y por ende sus ejecutorias y acciones también.

En tal sentido nuestra sociedad, en su conjunto, especialmente funcionarios, intelectuales y ONG deben integrarse, trabajar juntos en sinergia y con seriedad para resolver el conflicto migratorio dominico-haitiano.
Miércoles, 28 de mayo de 2008


En las sociedades avanzadas con desarrollo integral y humano, todo lo malo es posible, pero de manera excepcional. En nuestros países, de posiciones tercermundistas, estancados en las vías del desarrollo como es el caso de la República Dominicana, todo lo malo es posible, pero en la generalidad.

Para nuestro país, esto no es un asunto de percepción, es un asunto de realidad.

Esta situación se basa en una principal razón: la falta de institucionalidad, que se desprende del incumplimiento a las normas (anomia generalizada), generando la corrupción en todos los sectores; y de todo esto lo más sobresaliente, el individualismo o falta de aportes positivo por parte de los ciudadanos.

Si bien es cierto que el derecho individual de adquirir riquezas y bienes, es legítimo, también es cierto que el derecho colectivo tiene supremacía sobre la individualidad.

En cuanto a los ciudadanos de incidencia pública, para los cuales es obligatorio el velar por el bien común o social, es aún más paradójico el que no se ejecuten los mejores esfuerzos de beneficios para la colectividad.

El funcionario público está obligado a velar por el bien común, pero es quien menos lo hace. Si observamos el comportamiento social de los que mayores recursos poseen, podemos ver que priorizan la autorrealización (vanidades, lujos y despilfarro de riquezas) en detrimento de las necesidades básicas de la colectividad.
Miércoles, 12 de marzo de 2008.


No queremos creer en la esperanza de un hombre o una mujer predestinada a salvarnos, preferimos confiar en la conciencia y los sentimientos de patriotismo de nuestros trinitarios, de nuestros libertadores, de nuestros héroes y todos aquellos que han dado su vida, o las han arriesgado por nuestro país para que hoy seamos República Dominicana.

¿Dónde están esos descendientes herederos? Debemos despertar y continuar la misión de seguir defendiendo su legado, su herencia de país libre, que hoy hemos permitido sea pisoteado, contaminado, hipotecado, entre tantas cosas más.

Despierta pueblo dominicano, heredero de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón.

Luchemos y defendamos la Constitución, formemos una nueva trinitaria, pero esta vez para una guerra diferente, una guerra para vencer la corrupción, el crimen organizado, e irrespeto a la ley, la inseguridad y la violencia en todas sus manifestaciones.

Conquistemos un proyecto de nación, construyamos una cultura de paz, trabajemos por un desarrollo humano, integral y sostenido; preservemos el sueño de nuestros patricios, de los trinitarios.
Martes, 26 de febrero de 2008.


Las fallas que tenemos en nuestro país son conocidas por todos. Mis hijos me escribieron textualmente lo siguiente: “En nuestra sociedad sufrimos de corrupción, llamado por muchos desorden organizado, delincuencia, narcotráfico, atracos, prostitución, venta de alcohol a menores, drogadicción, contaminación ambiental, violación, alcoholismo, todo tipo de piratería, porte y exhibición de armas, imprudencia en el tránsito, problemas energéticos, falta de comunicación efectiva, irrespeto a las leyes y las autoridades, tráfico y venta de productos ilegales, niños en las calles, pobreza, falta de educación de hogar y ciudadana, violencia intrafamiliar, irresponsabilidad de los medios de comunicación, de los políticos y de las instituciones públicas y privadas, etc.”

Ellos, que son niños, se percatan de todos estos males que están a la orden del día, son evidentemente públicos: no son ajenos a nadie.
Miércoles, 2 de enero de 2008


En los últimos años estamos decreciendo en las normas éticas y morales, pues en la investigación hecha por Transparencia Internacional, la República Dominicana ocupa el lugar 99, con una puntuación de 3.0, en una escala de cero a diez, donde el cero indica altos niveles de corrupción percibida y el diez, niveles bajos.

Con relación a este tema en el país se ha legislado en dos ocasiones sobre la ética y conducta de los funcionarios. La primera ley surgió al adherirnos al Código de Conducta para los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley que establece la resolución 34 -169 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y que ratificamos con la Ley 672 del 19 de julio de 1982 y más recientemente en el 2001 con la ley 120-01 que establece el Código de Ética del Servidor Público.

Nos llena de preocupación que como funcionarios públicos, específicamente como parte de la Policía Nacional, dejemos de lado estas normativas, hecho que abre paso a la anomia y la desestabilización social.
Miércoles, 24 de octubre de 2007.


“Los medios de comunicación constituyen una invaluable herramienta de las sociedades para servir como contrapeso, como control social, como cronistas y, eventualmente, como aliados de los representantes del poder público en el ejercicio cotidiano del mismo; sobre todo aliados, cuando el interés de la comunidad está en juego y deben conjuntar esfuerzos. Pero deben ser implacables con el gobierno cuando este, por acción u omisión, representa un riesgo para los ciudadanos”.

Como función social los medios de comunicación y sus actores deben cumplir su esencia de informar, educar y entretener a los habitantes de toda sociedad.

Su posición en el juego de roles debe consistir en utilizar sus mensajes para motivar e involucrar a la familia en el civismo, la urbanidad y sobre todo en revertir la anomia que se vive en el país, que si bien es cierto debe ser controlada por el sistema estatal, los medios somos los llamados a dar la alerta y la atención para que no sigamos creciendo en el desorden, en el irrespeto, en la violencia y en la intolerancia.

Es imperativo para la República Dominicana que los medios de comunicación y sus principales actores, puedan influir en defender el ejercicio pleno de los derechos fundamentales de las personas a través de la participación interactiva y democrática en las tomas de decisiones de la cosa pública, con el objetivo principal de desarrollar un proyecto de nación en que reine la igualdad social.
Martes, 28 de agosto de 2007


Nuestro “derrumbe” actual consiste precisamente en que los grandes y necesarios cambios dentro del estado de derecho deben ser efectuados por la clase política, y es precisamente esa clase política el gran obstáculo para que esos cambios fundamentales sean efectuados.

Es tiempo de que en nuestro país, surja un grupo decidido a atacar el gran mal que nos afecta: La corrupción y la burocracia ineficiente; y que se dote a la República Dominicana de un proyecto de Nación que nos lleve al desarrollo económico sostenible basado en principios y valores éticos que defiendan el legado de Duarte, la libertad y el sueño de un Estado autárquico “que pueda bastarse con sus propios recursos”.
Martes, 24 de julio de 2007


Mayores detalles, accedan a la columna-blog del General ® Taveras Rodríguez:

http://www.clavedigital.com/App_Pages/opinion/OtrasFirmas.aspx?Id_ClassArticulista=243

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