miércoles, 23 de diciembre de 2009

Manuel Miranda

DR. CESAR DARIO PIMENTEL RUIZ: Reflexiones sobre la honestidad y deshonestidad intelectual.

He aquí, os digo que por haberos dicho que había empleado mi vida en vuestro servicio, no deseo yo jactarme, pues sólo he estado al servicio de Dios. Y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis sabiduría; para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios.
Mosíah 2: 16 - 17

El 13 de Junio de este año falleció mi Padrino y Padre de crianza el Dr. César Darío Pimentel Ruíz, luego de varios meses de quebrantos.

Semblanza.

Mi querido Padrino, como todo ser humano, tenía defectos y "otros defectos" propios de su increíble jovialidad espiritual, bondad, honestidad, caridad e ingenuidad “impropia” dentro de la más maldita, incomprendida e ingrata de todas las profesiones: La abogacía.

Situación agravada con el proceso degenerativo galopante que padece la “ex” República Dominicana en estos momentos, en donde priman los intereses particulares o grupales por encima de los colectivos, en donde se glorifican a las personas “por lo que tienen” no importa el origen y donde se ha perdido todo respeto por valores patrios, morales, espirituales y familiares.

Dentro de una sociedad envilecida como la dominicana, personas como el Dr. Pimentel, son “bichos raros” expuestos a ser aplastados por la maledicencia, ingratitud, mezquindad y maldad, en defecto, utilizados por el oportunismo, arribismo y lacayismo, que dependiendo de los intereses que se puedan representar, te pueden poner como “el bueno o malo de la película” de acuerdo a las circunstancias del momento.

El Dr. Pimentel, nunca quiso darse cuenta que la generación de “Samuráis” a la que pertenecía, había desaparecido por muerte o retiro, siendo sustituída por la pervertida generación de “Ninjas” que tomaron por asalto la carrera del derecho, como lo demuestra el brutal "ajuste de cuentas" contra mi condiscípulo Adelvi Rodríguez.

Mi Padrino, nunca pudo entenderlo ni comprenderlo, por el contrario, creía que el tiempo era inmutable e incambiable, mientras se apegaba al concepto bíblico de “hacer tesoros en el cielo” y a la doctrina jurídica de “la presunción de buena fe”… Principios que tratándose de la “ex” República, son inútiles y al final resultan perjudiciales a quien se atreva a practicarlos…

Honestidad y Deshonestidad Intelectual.

Luego de narrarles resumidamente los "otros defectos” de mi Padre de crianza, pretendo resaltar su cualidad más sobresaliente: Su Honestidad Intelectual.

En todo lo que tengo involucrado en los avatares de la carrera jurídica, he observado como muchos colegas enarbolan criterios jurídicos diferentes, de acuerdo al escenario en donde les toque desempeñar la abogacía.

En mi carrera, la inmensa mayoría de mis compañeros desdoblan la doctrina jurídica de diferentes formas… Como abogados en ejercicio son una cosa; como Fiscales otra y como Jueces asumen nueva postura diferente a las anteriores…

Mi Padrino en cambio, como abogado en ejercicio, Registrador de Títulos, Juez y Fiscal siempre fue el mismo… Siempre fue coherente y nunca cambió ni transmutó ni deformó ni acomodó ni desdobló ni tergiversó sus inmutables criterios jurídicos de acuerdo a las circunstancias e intereses propios o ajenos que pudiese representar o enfrentar.

En esas mismas labores, su despacho u hogar, siempre tenía las puertas abiertas para todo aquel que tuviese algún problema judicial bajo su competencia, que quería tratarlo directamente con su persona.

En mi presencia, fueron incontables las veces, que acudían a solicitarle “clemencia”, “piedad” o “informarle la verdad” a favor o en contra de procesados bajo su cargo. Mi Padrino les prometía estudiar el caso y si “era como le decían” acceder a esos “ruegos”, sin aceptar, insinuar ni pedir algo a cambio.

Como gran estudioso de las ciencias jurídicas, en DONDE TODO ESTA ESCRITO, interpretaba y ejecutaba EL PIE DE LA LETRA sus principios doctrinarios, jurisprudencia y leyes, no importa el escenario en donde se encontraba.

El ejercicio de la carrera jurídica la asumió de sacerdocio... Tanto es así que siendo Juez, en la mayoría de las ocasiones tomaba “parte activa” a favor de una causa que entendiera justa; Siendo Fiscal, se consideraba “defensor del pueblo” ante algún atropello o si el procesado no tuviese pruebas que lo involucraran y como Abogado en ejercicio, se convertía en “defensor público” si ante su oficina particular acudía cualquier ciudadano necesitado de justicia, pero que no tuviese dinero.

Repercutió siendo Juez de Instrucción, que por ordenar la libertad de los presos políticos, acusados falsamente de terrorísmo y porte ilegal de armamento durante los "12 años del Balaguerismo", cierto tenebroso General de horca y cuchillo lo acusaba de "comunista" y nuestro personaje le respondió públicamente, autoproclamándose "comunista, marxista-leninista y fidelista"

Mi Padrino, siendo Fiscal, en una ocasión mandó tras las rejas a un amigo de tragos, ex Rector universitario, cuando una novia lo acusó prueba en mano, de maltratos domésticos.

También cuando se negó a entregarle a un Presidente y al Presidente de la Comisión de Justicia del Senado un cuerpo del delito, consistentes en varios quintales de arroz, incautados en una procesadora de Las Guaranas.

También cuando condenó en referimiento (Amparo) a otro Senador, que abusando de su Poder, invadió unos terrenos privados en María Trinidad Sánchez, ordenando medidas cautelares a favor de los legítimos propietarios.

Por igual, haciendo uso del sentido común, la lógica y el derecho consuetudinario que nos enseñan en la Universidad, a su despacho le llegaban casos, que aunque estuvieran sustentados, no ameritaban del castigo consagrado en la Ley... Un pequeño ejémplo, fue cuando en unas navidades fueron llevados al tribunal que dirigía unos jovenes acusados por el delito de robarse unos patos para hacer un cocinao... Luego de estudiar el caso, comprobar que los involucrados no tenían antecedentes y determinar que el hecho era una "travesura de muchachos usual en las navidades dominicanas" (un clásico de Fernándo Echavarría narra esa singular tradición) ... Llamó  a la querellante (que a su vez era su amiga) para que "les diera una oportunidad", a lo cual accedió a cambio de que pagaran por las heridas ocasionadas a su esposo, producto de una "pedrada" al momento que fueron sorprendidos huyendo con "el emplumado cuerpo del delito" y que no fue acreditada en la demanda.

Pero también muchas veces, apegado al más estricto criterio jurídico, ante la carencia de pruebas materiales, ante la ausencia de testigos que por miedo o favor rehuían al deber ciudadano de prestar testimonio y falta de otros elementos, se veía obligado a solicitar, dictaminar u ordenar la puesta en libertad de cualquier procesado por crimen o delito no importando la trascendencia pública o gravedad del mismo.

El Dr. Pimentel, era tan coherente, firme y provisto de sólida honestidad intelectual en todas sus actuaciones, que entendía que “enfermarse”, solicitar “vacaciones” o inventarse “licencias” para evitar tener que asumir ciertas posiciones que lo pudieran comprometer, es propio de cobardes, pusilánimes e irresponsables… Mi Padrino consideraba que "apartarse" ante "casos delicados" era “lavarse las manos” semejante a la reprochable conducta de Poncio Pilato que teniendo la potestad y sabiendo de su inocencia, en lugar de ordenar la puesta en libertad de Jesucristo, puso al pueblo a elegir entre él y Barrabás, ante el temor de perder su cargo y privilegios por parte del Imperio Romano al que le servía.

Así se mantuvo en los últimos 2 cargos públicos que le tocó desempeñar:

Como Presidente de la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís, mientras hubo ciertos Magistrados que se ausentaron indefinidamente al creerse que no serían confirmados en sus puestos al agotar el período al que fueron electos… Mientras ellos cabildeaban la permanencia, el Dr. Pimentel junto al Dr. Félix Espinal Martí, conocía casos hasta avanzadas horas nocturnas, laborando hasta el día en que fue designado su sustituto.

A ello le agregamos, la huelga judicial que encabezó junto con los Magistrados Mercedes Cosme de Gonell, Augusto Socías, entre otros, en procura de mejores condiciones salariales y otras reinvindicaciones de los jueces de todo el país, llamando la atención internacional y local en cuanto a las pésimas condiciones estructurales, legales, institucionales y humanas en que se encontraba postrado el Poder Judicial.

Como Procurador General Adjunto, mientras ciertos Magistrados rehuían los casos, inventándose excusas y “licencias” o en defecto incurrían en actividades dolosas y frustrados intentos de conspiración - traición en su contra, durante los últimos 3 meses que les faltaban para concluir el periodo de designación… El Dr. Pimentel asumió, con la coherencia y laboriosidad de siempre, todos los casos pendientes, asignados en la Procuraduría hasta el día en que fue designado su sustituto.

En el primer caso fue reconocido por el Colegio de Abogados y por sus actuaciones en general, condecorado como "Hijo Distinguido y Adoptivo" por parte del Municipio de San Francisco de Macorís.

Mientras, que a los Magistrados del tren judicial, se les concedió todos los privilegios que disfrutan actualmente, los cuales pavonean y estrujan a todos los demás...*

En el segundo caso, la maledicencia y envidia hizo su aparición, intentando limpiarse moralmente, crucificándolo para expiar sus propios pecados, satisfacer sus morbosos complejos de inferioridad y saciar viejos traumas familiares, coadyuvados en ciertas velloneras palangristas, hambrientas de audiencia y pautas publicitarias en el competitivo bloque matutino de programas de radio y televisión.

En este último caso, justo cuando mi Padrino yace en su tumba, el tiempo se encargó de darle la razón y reivindicarlo.

Penalización de la deshonestidad intelectual.

En muchas grandes naciones, en especial los Estados Unidos de América, se ha consagrado, legislado y penalizado como delito la “deshonestidad intelectual”

En la legislación dominicana, todavía no se ha consagrado expresamente como tal, aunque si tácitamente con la penalización de los delitos de plagio, propiedad intelectual, propiedad industrial y la difamación e injuria. Aunque faltando sancionar todo lo relativo a ofrecer informaciones falsas, medias verdades o tergiversaciones de la verdad o retorciendo el contenido de textos filosóficos, políticos y legales para provecho propio o ajeno.

Si mi inolvidable Padrino hubiese desempeñado sus dignas funciones en los Estados Unidos y no en el paisaje feudal dominicano, hubiera sido exaltado a prócer y sus detractores estuvieran purgando varios años de prisión por el delito al que hacemos referencia y por el crimen de conspiración agravada en intento de traición.

Aunque lamentablemente ambas tipificaciones no se encuentran consagradas en nuestra legislación ni creemos que puedan ser incorporadas porque de lo contrario "se acaba el negocio" con el que muchos hacen fortuna ...

A mi Padrino y Padre de crianza el Dr. César Darío Pimentel Ruíz, lo llevaremos siempre en nuestra mente y corazón, no importa donde estemos ni donde se encuentre.

Descanse en Paz.

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Anónimo
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4:14 p. m. delete

Hola mi estimado amigo Manuel.

Te saluda tu amigo Atilio (Gabriel García). Lo hago para desearte felices dias festivos y te doy mis infinitas gracias por haber hecho público el artículo que te envié. Sinceramente, estoy agradecido de que hayas puesto tu portal a disposición para ello.

Abrazos,
Ga

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4:38 p. m. delete

A vuestras ordenes, de los 3 que me enviaste mientras tanto he colocado 2.

Gracias a usted por tomar en cuenta este espacio virtual y privilegiarme.

Reciproco las felicitaciones .

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