No tenía gente que lo siguiera, como lo demuestran los resultados obtenidos en las primarias del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de 1999, ganadas por el ex Presidente Hipólito Mejía y electorales obtenidos por su Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD).
Tampoco sabemos, si después de su gran logro “del medio millón para la UASD”, de algún proyecto o propuesta a favor del país.
Pero sin embargo, su valor político, radicaba en sus extraordinarias habilidades de estratega, componedor, operador político “todo terreno”, politólogo, dirigente, negociador, “amarrador”, vocero o polemista “mediático” que con bravura, valentía y temeridad asumía sus causas, que lo convertían en poderoso, temido e indispensable guerrero, dependiendo del bando en que estaba.
Descanse en Paz.