domingo, 24 de marzo de 2013

Manuel Miranda

Lo difícil de los pronósticos en Venezuela.

Nuevamente me encamino a otro “pronostico suicida”



Justo lo que le comento a muchos amigos, es lo que acaba de escribir Luis Vicente León en la edición de hoy de El Universal, el cual comparto con ustedes, con algunas observaciones adicionales al final del mismo:
¿Qué definirá la brecha?
¿Quién logrará vencer mejor la abstención? Quizás no dependa totalmente de esto el resultado...

No hay que ser demasiado perspicaz para entender que Maduro es el candidato favorito en esta contienda. Representa al grupo que demostró ser mayoritario en los dos últimos eventos electorales, fue ungido por el líder de la revolución antes de morir (joven, popular y recién reelegido) y está potenciado por las emociones alrededor de esa muerte reciente. Tampoco hay que cavar mucho para descubrir que Capriles era la mejor opción de la oposición y que su estrategia de campaña es la correcta cuando decide dar un giro que le permite: 1) construir una épica de sacrificio que explique la necesidad de participar, aún en condiciones desventajosas y 2) que rete a Maduro a subir al ring para desdoblarlo de Chávez y colocarlo en el plano terrenal donde la pelea es más ventajosa que contra mitos y leyendas. 

Con esta información en la mano, las encuestas nos entregan las preferencias de los electores frente a esas condiciones y no me cabe duda que son las fotos correctas de la realidad hoy. El tema es que en un ambiente tan lleno de emociones y en una campaña tan corta, los números son volátiles y debemos seguirlos día a día. Así mismo, si bien las encuestas miden el mapa de preferencias, el resultado final, en términos de las brechas esperadas entre ambos candidatos, podría estar afectado por la abstención. Esta será la variable clave de calibración entre los resultados de las encuestas y la realidad. En el lado chavista, el riesgo de abstención es elevado por la ausencia de su mayor "imán": Chávez. Muchos chavistas aceptarán la petición de su líder de votar por Maduro, pero hay segmentos que no se sentirán motivarlo a hacerlo porque "Maduro no es Chávez". Tampoco lo harán por Capriles pero podrían preferir no votar y esto representa un riesgo para la participación chavista. Por otra parte, el sentimiento de triunfalismo no es bueno para mover gente y el chavismo esta convencido que no tiene ningún riesgo de perder, algo que en política nunca es verdad. Por supuesto que el liderazgo chavista conoce este riesgo y las declaraciones recientes de su candidato, indicando que no votar es "traición", unido a la fuerte maquinaria de movilización (y también de motivación inducida) que tiene el oficialismo jugará un papel fundamental en su estímulo a la participación de sus grupos, un activo nada despreciable.
 

En el caso de la oposición, la participación es más dependiente a la automotivación de sus electores que de una estrategia organizada de movilización. El mayor reto de Capriles es vencer la apatía y el sentimiento de que no hay nada que hacer para cambiar el resultado esperado. Explicar a la oposición que votar no es un evento que sólo se hace cuando se está seguro de ganar sino que es una necesidad vital para mostrarse, para defender los espacios propios, para crear los vínculos necesarios dentro del grupo que les permita continuar la lucha hasta el triunfo final (ahora o después) y sobre todo, para poder estar ahí, en el momento perfecto cuando las condiciones del entorno se podrían voltear y abrir oportunidades no esperadas. Más allá de perder el tiempo creando falsas expectativas que pueden más bien generar desconfianza y cortocircuitos, la clave es que los opositores voten no sólo porque creen (o desean) que van a ganar sino porque saben que deben hacerlo independientemente del resultado de corto plazo si esperan tener uno bueno en el largo.
 

¿Quién logrará vencer mejor la abstención? Quizás no dependa totalmente de esto el resultado de la elección, pero si la brecha y el tipo de relación futura que existirá entre dos partes del país que, un poco más grande o más pequeña, tienen derecho a ser respetadas... y la obligación de respetar.
 

luisvicenteleon@gmail.com

@luisvicenteleon

OBSERVACIONES:

Como ustedes saben, previo a las Elecciones del 7 de Octubre del 2012, hice un “pronostico suicida” en donde había citado variables (que de concurrir) le hubieran otorgado el triunfo al candidato de la oposición…. Se impuso el candidato reeleccionista el Presidente Hugo Chavez, fallando en 10 puntos porcentuales, muy por encima del margen de error del 1 % prevista científicamente en caso de “empate técnico”

Posteriormente, para el certamen del 16 de diciembre de ese mismo año, fui el que más aciertos alcanzo en la disputa por las gobernaciones.

Ahora todos me preguntan… ¿Quién ganara las elecciones del 14 de Abril?

A lo que respondo, que si fuera en estos momentos de dolor y luto, lógicamente triunfaría Nicolás Maduro, pero que hay que esperar el desarrollo de los acontecimientos.

Digo ello, por múltiples razones que he enarbolado en mi blog, pero muy en especial la existencia de “2 bloques de votantes” que suelen moverse a favor del chavismo o simplemente abstenerse.

Uno el cual calculo en 2 millones de votantes, el cual históricamente se abstiene cuando el Presidente Hugo Chavez no figura en la boleta.

Otro el cual calculo en 3 millones de votantes, quienes son los que le han otorgando “consistencia” al “caudal electoral” del chavismo, el cual en lugar de disminuir, crece y crece en cada torneo electoral.

Históricamente el candidato Hugo Chavez, en lugar de disminuir su base electoral a consecuencia del lógico desgaste en el ejercicio del Poder, gracias a ese “consistente caudal”, se manifiesta inversamente a su favor.

Mientras que por el lado de la oposición, se han mantenido en constante crecimiento, teniendo un traspié en las Elecciones Regionales del 16 de diciembre provocado por el asueto navideño al que tradicionalmente se acogen sus simpatizantes y el “impacto negativo” que fueron los resultados adversos del 7 de Octubre.

Estas razones que enarbolo, hacen que sea muy difícil cualquier tipo de pronósticos en estas Elecciones Presidenciales anticipadas.

Ya que no sabemos cual será el “comportamiento” de las franjas electorales chavistas… Ya sea absteniéndose, votando a favor del señalado por el líder o en el peor de los casos, declinando total o parcialmente a favor del candidato de la oposición.

Ni tampoco sabemos cual será el comportamiento de la franja electoral opositora… Ya que podrían considerarse de antemano derrotados por la coyuntura, podrían sentirse “desencantados” de los resultados de las elecciones recién pasadas o podrían decidirse a dar el todo por el todo, el ahora o nunca y concurrir masivamente a ejercer el derecho al voto.

Muy difícil el pronóstico para esta coyuntura, lo que hace que nuevamente “me suicide” a favor de una de las 2 principales opciones en disputa, en su momento oportuno.

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