RCTV o los errores que se pagan caros

En República Dominicana, es mucho lo que se ha escrito sobre la aparatosa derrota del Presidente Hugo Chávez el día 2 de Diciembre... Me permito reproducir este artículo aparecido en el día de ayer en El Nacional, escrito por Julio Martinez Pozo:

RCTV o los errores que se pagan caros

POR JULIO MARTINEZ POZO
¿Cómo se empezó a batir la mierda que ha derrotado a Hugo Chávez?

Al negarse a renovar la licencia de transmisión de Radio Caracas Televisión, empezó a cavar el hoyo de la fosa en la que se ha estado hundiendo.

Se le procuró como el hombre que promovería la inclusión y que combatiría las injusticias en un marco de libertades, y lo que se ha ido cosechando es algo intolerable para la cultura democrática venezolana: un pichón de tirano.

Ganó elecciones y consultas sin que se lo impidiera el sentimiento opositor que pudiera drenarse a través de la referida televisora, pero llegó el momento en que se le revolvió la intolerancia y apuñaleó salvajemente la libertad de expresión.

Fue desde entonces que le sumó a la oposición lo que no tenía, un eje de encarnación sumamente activo y entusiasta: el movimiento estudiantil que nació para una cosa y terminó resultando esencial para la otra.

No lograron persuadir a Chávez de que dejara sin efecto el absurdo de cerrar un medio porque le resultaba adverso, pero se quedaron nucleados y motivados para seguir luchando.

Nunca pensó que “los hijos de papá”, como los llamó despectivamente, les producirían tanta mella. “Esos mierditas” fueron la cara del movimiento que lo ha conducido a la derrota, que todavía no sabe cómo va a explicar.

“No crean nuestros adversarios que estamos llorando…” (No que va) “Habrá que decirles, sobre todo el imperio norteamericano, que estamos más fuerte que nunca y que seguimos adelante construyendo el socialismo”.

Eso dijo en la primera alocución en la que se reiteró como un ser hecho para la batalla, espíritu de fortaleza al que unos seguidores le tributaron aplausos, dos días después, pero sorpresivamente se hallaron con un hombre que aún con cinco años por delante de ejercicio gubernamental, empieza a experimentar el abandono:

“No importa si al final me quedo con cuatro o con cinco revolucionarios, bienvenidos, no con revolucionarios de pacotilla”, que al emplear esta expresión se refería nada más y nada menos que a sus propios seguidores, muchos de los cuales procuraron la mejor forma de tratar de hacerlo rectificar: abstenerse, esto es, no salir a rechazar la reforma como hubiesen querido, sino sencillamente no apoyarla.

“Millones no fueron a votar. Podrán decir lo que quieran, pero no tienen excusa, falta de conciencia”, no sé si esa conciencia que ahora les faltó a sus seguidores, no era la misma que antes les había sobrado para elegirlo y reelegirlo, apoyarlo en una referéndum revocatorio, en un referéndum constituyente, entre otras citas.

Había 16 millones de electores convocados a las urnas, de los cuales concurrieron poco más de la mitad.

El detalle significativo es que la oposición ganó este certamen alcanzando una votación ligeramente superior a la que la que obtuvo el año anterior, cuando fue derrotada abrumadoramente. Doce meses atrás por los opositores sufragaron 4.3 millones de venezolanos, que representaban apenas un 37% del universo de los votos emitidos. Ahora recibieron 4.5 millones de votos, que sin embargo representan un 50.70% de los que concurrieron.

La gran diferencia la marcó el propio Chávez que doce meses atrás movió la conciencia de 7.3 millones de electores y ahora se quedó en 4.3, es decir, tres millones menos.

Lo grave es que ya el descontento se hace muy evidente en las principales plazas poblacionales, que perdió en las nueve mayores con un margen muy superior al del promedio nacional: Táchira 57.31% a favor del No, Mérida 54.71%; Miranda 56,21%; Distrito Capital 52,41%; Lara 51.02%; Carabobo 52,82%; Nueva Esparta 56,09; Anzoátegui 54,39%; Zulia 56,94%.

A Chávez sólo le fue posible imponerse en las demarcaciones más pequeñas y aisladas, donde existe una mayor dependencia de las ayudas gubernamentales.

Rara conciencia ésa que está amarrada al estómago y las necesidades de aquéllos que no tienen más fuentes de subsistencia que los que les pueda proporcionar el gobierno.

Y fíjense si no es la de las dádivas de donde el socialismo de Chávez pretende que brote la conciencia, que la mayor cuerda el presidente la tiene con los pobladores de esas villas miseria, que en Venezuela se conocen como los cerros.

Es a ellos a los que ahora señala, para reclamar una supuesta deuda “que ustedes tienen conmigo y no sé cuando me la piensan pagar”, porque las asistencia que les proporciona con los recursos de todos los venezolanos, debieron saldarla apoyando que se eternizara en el poder y que lo centralizara todo.

Que el presidente en una clara demostración de que no la reconoció por su propia voluntad, la designe como “una victoria de mierda”, no es más que una demostración de que en el mundo de hoy ni la mierda permite que se la sojuzgue y manipule. Felicidades a Venezuela por esa lección de coraje y dignidad.

FUENTE: http://www.elnacional.com.do/article.aspx?id=33521

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