miércoles, 31 de agosto de 2011

Manuel Miranda

LOS JUECES SUPREMOS AMIGOS Y CONOCIDOS QUE ASPIRAN A REELEGIRSE EN SUS CARGOS (Proceso 2011)

En tema anterior, hice semblanza de todos los amigos y conocidos reales o virtuales que aspiran a las “Altas Cortes” dominicanas, a propósito de la publicación del listado preliminar de candidatos en donde figuran sus nombres.

Sin embargo, de conformidad al Art. 181 de la Constitución dominicana, los actuales Lores de la Suprema Corte de Justicia que no serán jubilados, deben ser sometidos a evaluación obligatoria de sus desempeños, para que el Consejo Nacional de la Magistratura (léase Su Majestad Leonel Fernández I de Quisqueya) decida quienes se quedan o se van. Por ello, también me veo “obligao” a ponderar las candidaturas reeleccionistas de los Magistrados de esa instancia a quienes he podido tratar directamente:

Eglis Esmurdoc Castellanos

La 2da. Vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia… Empiezo con ella por su condición de dama, compueblana y antiquísima “amiga” de mi familia, a quien conozco desde mi adolescencia al igual que a otros miembros de su familia, especialmente a su esposo el ex Senador Hernani Salazar.

Mi relación con ella ha sido bastante contradictoria desde que la distinguida Magistrada ocupaba asiento en la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís, recibiendo fino trato de su persona cada vez que iba con alguna correspondencia o buscar alguna colaboración de sus bolsillos para el Colegio de Abogados de la República, así como también las diversas oportunidades que compartió con mi padrino el Dr. César Darío Pimentel Ruiz.

 Hasta llegué en una ocasión a tenerla de “jefe” en su condición de Presidenta Regional de la Comisión Electoral en una de las tantas elecciones internas de la entidad en la que trabajaba.

Tan accesible era hacia ella, que cuando su llegada a la Suprema Corte de Justicia era un hecho, me tomé el atrevimiento de “sugerirle” buscarle alguna solución a la montaña de expedientes amontonados en la gestión de Néstor Contín Aybar.

Muy alegre nos pusimos cuando fue merecidamente ascendida a Juez Supremo…. Aunque es cierto, que estuve en la Comisión que le entregó placa de reconocimiento en nombre de la Asociación de Alguaciles de San Francisco de Macorís (iniciativa de los "viejos robles" en la que no estuve de acuerdo porque apenas comenzaba su gestión pero que por “disciplina” tuve que respaldar calándome todas las criticas del mundo por ello)

 Aunque es cierto que he tenido las puertas abiertas de su hogar y despacho… Es cierto, que ya siendo Abogado en ejercicio, donde quiera que me ve, ya sea en la calle, pasillos tribunalicios o desde el mismo Estrado Supremo, me saluda, llama por mi nombre y distingue entre “la manada”…

 Pero sin embargo, a pesar de que para cualquier abogado en ejercicio es privilegio, gran honor, casi un “lauro” tener trato con Jueces y mayormente “Supremos”, con mayor razón para un simple y mortal “estudiante de derecho”… Mis tratos con ella, a partir de su ascenso, han sido frustrantes…

 Digo ello, porque en mi gestión al frente de la Asociación de Estudiantes de Derecho del CURNE-UASD, gestionamos que la Suprema Corte de Justicia nos donara libros, suscripción al Boletín Judicial y muy especialmente que su Presidente Jorge Subero Isa se apersonara a la Universidad para que nos ofreciera charla o intercambio de ideas sobre sus planes al frente de ese Alto Tribunal.

Cuando trazamos esa estrategia, yo de “baboso” me puse de “aguajero” ante el resto de la directiva dando “seguridades” de que lo obtendríamos, porque para ello “tenemos a Eglis como aliada”, para días después, cuando fui con la propuesta escrita hacia su casa, recibir total negativa sobre el particular… Mi “querida Magistrada”, no me trató como el subalterno, su amigo y admirador, ni como estudiante ni como dirigente estudiantil ni nada parecido…. Me trató como si fuera “cachanchán” o uno de los tantos "lambones plagosos" que se le arrastran solicitándole “chance” para ser designados jueces, ya que no me dió ni siquiera “esperanzas” de obtener por lo menos “algo”, ni siquiera "me la puso en China", sino "en Ganímedes".

Como yo estaba segurísimo de que mi solicitud no era “imposible” como ella me aseguró… Redactamos nueva carta, nos apersonamos ante las antiguas dependencias de la Suprema Corte de Justicia y “me la jugué” ante la Magistrada Margarita Tavares, que sin conocerme tanto, me tendió puentes, obteniendo mucho más de lo que buscaba.

Un fallecido dirigente reformista me dijo que la Magistrada Eglis “solo le resuelve a su gente”, no se lo creí, hasta que me estrellé con la verdad y de ahí que en algunas oportunidades le advertía a mi padrino (aspirante a Juez de Corte por petición de ella) que si “no era su enllave” no se llevara de “cuentos chinos” como al final ocurrió y comprobé en otros casos…

De todos modos, creo que tiene chance de quedarse en su puesto, porque condiciones tiene de sobra, aparte de que su esposo, es todo un especialista en el arte del “amarre político” y no puede ser coincidencia que se quedara "sentado" mientras a su partido le "pasaban la aplanadora" en la Provincia Duarte en las Elecciones del 2010.

Jorge Subero Isa.
El Presidente de la Suprema Corte de Justicia… En tema anterior, les narré que dicho Magistrado nos había honrado accediendo a charlar con los Estudiantes de Derecho del CURNE-UASD, aparte de recibir cuantiosas donaciones de libros, suscripción al Boletín Judicial y 2 conferencias sobre la Escuela de la Judicatura. Hasta tuvimos el atrevimiento de “sugerirle” a él y todo el pleno de la Suprema, candidatos a jueces, durante el “showroom” que montaron en San Francisco de Macorís en el 2000.

En mi condición de Vocal y luego Presidente de la Asociación de Alguaciles, nos recibió 2 veces en su despacho para tratar temas diversos y con una delegación de Alguaciles de Puerto Rico, oficializó el espacio que “ocupaba” la entidad que representaba (actualmente prestada a la dirección de citaciones judiciales que también diligenciamos durante nuestra gestión) y ordenó entregarnos fotocopiadora para nuestras labores, bajo la condición de “no busconear”

Tan “fresco” he sido con Subero, que mientras muchos le huyen o siguen sumisos en sus recorridos, yo me le presentaba y encaraba para recordarle algunos reclamos, que por razones burocráticas, todavía no se habían concretizado... Hasta llegué a discutir "casi acaloradamente" con él en su propio despacho, sobre la situación de un colega ministerial, cuyos detalles me los reservo.

Señoras y Señores: Tanto atrevimiento, tantas molestias, tantas peticiones, tantos reclamos, tantas exigencias, tantas sugerencias y tanta franqueza para exponérselas “sin pelos en la lengua”, hizo que el mismito Subero, me propusiera “chamba” invitándome “acudir a su despacho tan pronto me graduara de Abogado…” (1 ex Presidente de los Alguaciles y 2 directivos que me acompañaban lo pueden negar o confirmar)

Al Magistrado Subero le agradezco la distinción, pero después de "darle cráneo" decidí rechazar la oferta para “probar suerte” en el ejercicio profesional y por “pendejadas morales” para que no se pensara que tanto “joder” era “buscando lo mío” ... Es probable que si hubiera aceptado o hubiese renunciado o me hubiesen despedido.

Al principio simpatizaba con Subero, porque irrumpió como escobita nueva, botando la basura, fallando los expedientes amontonados desde la gestión de Néstor Contín Aybar, nuevos aportes jurisprudenciales, la reaparición del Boletín Judicial el cual le estaba reservado a la “elite”, dignificado el ejercicio de la judicatura, incorporando la Escuela de la Judicatura…

 Con el tiempo, a pesar del aprecio mutuo y del respaldo reciproco, me fui convirtiendo en el “enemigo público número uno” de la judicatura dominicana en la misma medida en la que el Magistrado Subero y muchos de sus compañeros de trabajo, “le cogieran gusto al carguito”, enloqueciendo, tomando todo el Poder Judicial como si fuera una “herencia” con la cual hicieran lo que se les diera la gana, pervirtiendo la carrera judicial para provecho propio, males que denuncio en “Apuntes del Poder Judicial dominicano”

Pero lo que más me “enculilla” del Juez – Presidente Subero, es que a pesar de haberse autoproclamado “vitalicio” se preste hacerle “el coro” a todo aquel que desempeñe la Presidencia de la República, ya sea Hipólito Mejía o Leonel Fernández, llegando al colmo de contradecir su propio criterio para “caerle en gracia al Poder”, como en el caso Sund Land.

Buen inicio y actual desastre, superando con creces la funesta administración de Contín Aybar, que por lo menos tenía el “freno” de Presidentes de Corte y de Primera Instancia que “le llevaban la contraria” ante sus propias maquinaciones, que no es lo que ocurre actualmente con la instauración de la “obediencia debida” en lugar del “criterio propio” en todo el Poder Judicial.

Lamento proclamar que lo que había antes de su llegada, era mejor, mucho mejor y reto a los “nuevos sabios de la antigua Grecia” y los “Brineman"s boys” que intenten refutar lo contrario.

En cuanto a si se queda o se va, tengo dudas de que pueda reelegirse, no lo veo tan “seguro” como muchos proclaman, sus posibilidades las fijo en 50 – 50.

Rafael Luciano Pichardo.
El Primer Vicepresidente y Presidente de la Cámara Civil de la Suprema Corte de Justicia… Mi único contacto con ese Magistrado, fue cuando por enésima vez, en nombre de la Asociación de Estudiantes de Derecho del CURNE-UASD, le planteamos nuestra inquietud de que el Palacio de Justicia de San Francisco de Macorís y otros del país, fueran “bautizados” con nombres de prestantes jurisconsultos, tal como acontece con el “Federico Carlos Álvarez” de la ciudad de Santiago… Idea en la que estuvo muy de acuerdo, pero que fue rechazada por el Presidente de la Suprema Corte. Actualmente un grupo de francomacorisanos, lleva igual iniciativa para honrar la memoria de mi profesor el Dr. Ezequiel González Reyes.

El Magistrado Luciano Pichardo, coincide con el suscrito en cuanto a la edad en que deben ser designados los Jueces del Tribunal Constitucional, tanto es así, que a pesar de sus 75 años recién cumplidos, su nombre figura entre los aspirantes.

No me atrevo pronosticar si se queda o se va, no por el valijagate de su hijo, ni por los chismes de patio de tomar dinero, ni por el retardo procesal que adolece el Tribunal que dirige en el fallo de sus sentencias… Entiendo que el Magistrado Luciano es de los “menos malos” de la actual Suprema, lo creo sincero y no hipócrita, pero hasta el momento no tengo la más mínima idea de lo que tendrá en mente el Emperador de Quisqueya en cuanto a su persona y el Constitucional:

Podría agarrarse de la inconstitucional barrera de los 75 años o podría aferrarse a la Constitución para designarlo como tal, todo dependiendo de sus intereses y lo que realmente persigue.

Provisionalmente le doy 50 – 50 de posibilidades.

CONCLUSIÓN:

Esos han sido mis Jueces Supremos “amigos”, a quienes obligatoriamente debía ponderar en esta coyuntura estelar de la judicatura dominicana.

Hay otros con los cuales he tenido roces, como doña Margarita Tavares y el Dr. Ibarra Ríos, fallecidos hace poco. También con el Dr. Hugo Álvarez Valencia, quien ha optado por la jubilación.

Por ello, por una razón u otra, no los puedo ponderar, por no ser candidatos.

Nos vemos en el próximo tema...

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