viernes, 6 de julio de 2018

Manuel Miranda

Los “deportes profesionales” como instrumento de Lucha de Poder en Estados Unidos.

El viejo “establishment” apela a todos los recursos para combatir a Donald Trump.




Primero fue el singular e insólito “acto de protesta” escenificado por varios jugadores en el inicio de temporada de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL) en septiembre del 2017, que se arrodillaron cuando se entonaban el himno de los Estados Unidos, alegando “maltratos policiales a los afrodescendientes”

“Protesta” avalada por Roger Goodell, el Comisionado de la NFL, al responder a la “falta de respeto” que fue la respuesta de Donald Trump ante tamaña ocurrencia.

Por “solidaridad” estas “protestas” fueron extendidas a la Liga de Fútbol Femenino y a la Liga de Baloncesto (NBA). Más tarde en Octubre, vuelven a repetirse, obligando al Vicepresidente Mike Pence, retirarse de un evento.

Estas extrañas actitudes de “protesta” continuaron con el comportamiento de José Altuve, jugador de los Astros de Houston, cuando este equipo fue recibido en la Casa Blanca, al obtener el Campeonato Mundial de Béisbol en Marzo de este año.

Cerrando con “broche de oro” con las “dudas” de Stephen Curry, Golden State Warriors, de acudir a la Casa Blanca si su equipo resulta campeón, lo que origino el retiro de cualquier invitación y la “proclamación” del estelar LeBron James, de que ninguno de los equipos que disputan la final de la Liga Profesional de Baloncesto (NBA) acudirán a la recepción.

Todo este entramado forma parte de un capítulo más del escarceo entre Donald Trump y el “viejo establishment”, como les vamos a explicar:

El deporte “profesional” es otro negocio.

Una cosa es el deporte “amateur” y otra diferente el deporte “profesional”… El primero está a cargo del Estado vía Comité Olímpico o Ministerio de Deportes, según sea el caso, su objeto es el esparcimiento e incentivar la práctica deportiva

Mientras el que segundo, está a cargo de empresarios, quienes conforman equipos, ligas y campeonatos con el objeto de lucrarse.

Ese lucro del “deporte profesional” se traduce en la venta de boletas, camisetas, “suvenires”, contratación de publicidad y cesión de “franquicias” comerciales en los Estadios, venta de “derechos de transmisión” y hasta la comercialización misma de los jugadores a quienes usan para promociones de productos o causas, y hasta “traspasan” por millonarias cifras a otros equipos.

El deporte profesional, es una industria que genera miles de millones de dólares, generando miles de empleos directos e indirectos.

En el caso de Estados Unidos, para “regular” las operaciones de estos consorcios empresariales, se han establecido los “Comisionados” que son meros funcionarios y mandaderos elegidos por los propios dueños del negocio.

Cada jugador “profesional” sea de la Liga de Fútbol, baloncesto, béisbol, etc. No pueden ser considerados como “deportistas” sino como EMPLEADOS.

Como meros empleados, deben acatar las órdenes de sus empleadores, quienes desde que se estableció el “profesionalismo” siempre les trazan pautas, las cuales son diversas: Publicidad de productos, bienes o servicios (al dueño o “equipo” le corresponde proporción de las ganancias), medicamentos o alimentos que debe o no consumir, medios ante los cuales debe o no comparecer, y Logicamente lo que debe o no decir en determinados momentos y normas de conducta.

Reitero: El en “profesionalismo”, el “deportista” es EMPLEADO y MERCANCÍA, la cual se trafica, vende o maneja de acuerdo a los intereses de su dueño.

El “establishment” usa el “deporte profesional” para provecho propio.

El viejo “establishment”, lógicamente cuenta con varios propietarios de “equipos profesionales” que forman parte del mismo o se prestan servirle a sus intereses.

Sea como dueños u operadores, o en defecto, amenazando a los propietarios que no pertenecen a ese club, con retirarles “patrocinios publicitarios”, cancelar “franquicias” y hasta entablar demandas hasta hacerlos quebrar, si no les ordenan a sus “empleados” plegarse a sus exigencias o caprichos.
Los “deportistas” que están “protestando”, lo hacen porque están recibiendo ordenes de sus jefes, de lo contrario corren el peligro de ser despedidos y hasta encontrados infraganti usando “sustancias prohibidas” para doparse.

Por ello, el objeto de estas “protestas”, es para “sensibilizar” a la ciudadanía respecto al “peligro” que representa Donald Trump, bajo la razón que sea y que esto en el futuro sea causante de “inestabilidad”, juicio político y la tan anhelada destitución.

Cuando más en un sector liberal como el deportivo, cuya fanaticada mayoritariamente no le gusta la política.

Por lo visto ni siquiera los deportes, se salvan de ser instrumento de la arremetida y lucha de Poder por parte del establishment.

Autores: Fernando Martínez, Manuel Miranda.

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