Los “motoconchistas” que acudieron en masa en “defensa” del
Emperador de Quisqueya de las imputaciones de corrupción que pesan en su
contra, así lo confirma.
Desde hace aproximadamente 30 años, la profesión de Abogado
de los Tribunales de la República Dominicana entró en crisis, a consecuencia de
múltiples factores morales, económicos, institucionales, políticos, académicos e
intelectuales.
Por eso, por ser tan MALA CLASE es que lo patean en todos
los países a donde viaja pretendiendo darse postín.
TEMA RELACIONADO:
- DR. CESAR DARIO PIMENTEL RUIZ: Reflexiones sobre la honestidad y deshonestidad intelectual.
Una crisis sistémica, que entra en metástasis y ha explosionado,
colocando a los Abogados dominicanos como la peor de las especies en lo moral e
intelectual, como ha quedado demostrada con la “masiva defensa” de ciertos “letrados”
en los pasillos del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva hacia Su Majestad
Leonel Fernández I, Emperador de Quisqueya “por la gracia de Dios y el PRD”,
por estas razones que enarbolamos:
EL ORIGEN DEL MAL: Los ventorrillos universitarios.
La apertura indiscriminada de ventorrillos disfrazados de Universidades
en toda la geografía nacional; Mercados de títulos que emergieron gracias al clientelismo
rapaz, en donde sinvergüenzas en pago de favores políticos les fueron
concedidas “licencias” para aperturar “Universidades” sin los más mínimos
criterios científicos y académicos.
Situación que se agrava con la rastrerización extrema a la
que fue sometida la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) sitio que para
ser catedrático, decano y “Rector Magnífico” basta con ser chopo - lambe tragos
de cualquiera de los altos dirigentes del Partido político con mayoría en sus
organismos de cogobierno administrativo.
Cada uno de estos ventorrillos, abrieron sus correspondientes
“Escuelas de derecho” colocando como “catedráticos” a estudiantes, recién graduados
y hasta personas que no tenían nada que ver con la carrera::: De ahí que desde
hace 20 años, la inmensa mayoría de sus egresados salgan “crudos” sin las más mínimas
nociones intelectuales, técnicas, científicas y morales que amerita tan
exigente carrera.
Con la agravante de que al ser esas “Universidades” meras
corporaciones empresariales, se ocuparon mayormente en la expedición de títulos
a favor de sus “egresados” para ganar mas y mas dinero…
Eso hizo que nuestra carrera de ciencias jurídicas y políticas,
de menos de 10 mil abogados registrados en el Colegio y Procuraduría General de
la República en 1982… Se disparara a 50 mil hasta el momento que les escribo.
EL NIDO DE ALACRANES: El Colegio de Abogados.
A todo lo antes narrado, tenemos la ñapa, de la corrupción galopante
que carcome al Colegio de Abogados de la República, en donde para ocupar el
cargo de “decano” o Presidente de dicha entidad, hay que “bailarle encuero” a
los “líderes” de los partidos políticos quienes mandan a su militancia a
sufragar por ellos… De ahí que esa institución sea nido de ratas, piojos y
cucarachas que se han dado a la tarea de aprovechar el cargo en beneficio
personal, robarse nuestros recursos y llegar al colmo de expedir “colegiaturas” a sus sirvientes, mensajeros , chopos o quien les pague por ello, sin necesidad de pasar por “los ventorrillos universitarios”.
En lugar de ser una entidad que nos agrupe, represente,
oriente y “regule” como manda la Ley 91-82… Es todo lo contrario, tanto que
hasta llegaron al extremo de “desaparecer” los terrenos en donde se tenía
planeado construir sede y casa club.
METÁSTASIS: Crisis bancaria del 2003, los defensores públicos
y el hoyo de Leonel.
De las premisas antes mencionadas, es que la competencia y
el mercado sea bastante fuerte, con “colegas”
que se disputan a los clientes en los pasillos de los Palacios de Justicia y
destacamentos policiales, tal cual pregoneros de mercado público… De paso
arrabalizando y cualquierizando nuestro sagrado ejercicio.
Pero a pesar de todo ello, muchos de nosotros podíamos “sobrevivir”
en base a capacidades morales e intelectuales o simplemente contando con “amarres”
en los estamentos judiciales, que obligaban a nuestros “competidores”
solicitarnos “auxilio” cuando les caían en sus manos casos ligeramente
complicados que estaban por encima de sus consabidas “taras académicas”.
Cosa que se “jodió” a partir de la crisis bancaria del 2003
que lleva a la quiebra a muchos de nuestros clientes ´propietarios de grandes o
pequeñas empresas y el incremento de las tasas o impuestos judiciales.
Situación que se agrava, con la necesaria instauración de
los “defensores públicos”, institución compuesta por brillantes jóvenes, que
prestan defensas y asesorías jurídicas gratuitamente a las personas
menesterosas necesitadas de tan importante servicio…. Perooo que al quedarse en
la miseria prácticamente todo el país, acudiendo prácticamente todo aquel con
casos abiertos ante los tribunales penales a requerirlos.
Con el “tiro de gracia” del “hoyo de Leonel” con mayores índices
de perversión, mayores impuestos, robo descarado de nuestros recursos turísticos,
naturales y mineros… Y el ahondamiento de la crisis del 2003 a niveles que jamás
serán superados, que han hecho correr despavoridas grandes y medianas empresas nacionales y extranjeras hacia otros litorales, como se refleja en los desolados parques industriales y zonas francas.
LA EXPLOSIÓN: Los motoconcheros con Leonel.
Para no cansarles la historia… Todo lo que les he narrado,
se acaba de manifestar con la masiva “defensa” de ciertos “letrados” a favor de
la figura de nuestro verdugo, Su Majestad Leonel Fernández I, Emperador de
Quisqueya “por la gracia de Dios y el PRD”, acusado de innegables hechos de corrupción.
Esos infelices “colegas” prestaron sus “servicios
profesionales” en pleno PASILLO Y ALREDEDORES del Palacio de Justicia de Ciudad
Nueva, en donde se celebraría una especie de “vista preliminar” entre el
denunciante el Dr. Guillermo Moreno y los verdaderos abogados del Emperador, en
una de sus salas habilitadas para tales fines.
Ensuciando la sagrada toga, que como sacerdotes de la Diosa
Temis, debemos calarnos en el solemne acto de audiencia al que somos
convocados, con argumentos jurídicos y no con consignas lambisconas.
Todo ello al costo de 100 miserables dólares que percibieron
como “honorarios profesionales” insuficientes para llenar el tanque de gasolina
del cacharro en que se transportan… Involucionado de “pregoneros de mercado” a “motoconcheros”
(mototaxistas) que se disputan a los pasajeros en los terminales de autobuses
hacia el interior del país para llevarlos a su destino final a módico precio,
aunque con las inseguridades e incomodidades que acarrea transportarse en
motocicleta.
Con la salvedad de que los motoconcheros tienen la excusa
de ser gente sin fortuna ni educación de nuestros barrios o campesinos sin tierras,
sin trabajo ni dinero.
CONCLUSIÓN
Hasta ahí llegó nuestra carrera de derecho, al colmo de que quienes la ejercen, arrastrarse por pocas monedas ante su propio verdugo.
Sé que todo el mundo necesita abogados para su defensa, pero
este no es el caso… Se trata de supuestos “profesionales” constituidos en turba
para torpedear el buen curso del caso en que se encuentra involucrada la
persona que les paga.
Cónsono a lo que es esta carrera, por tratarse de un “gesto patriótico
contra un perseguido político”, lo correcto hubiera sido que gratuitamente se
hubieran constituido formalmente como abogados, presentando calidades y
exponiendo argumentaciones orales o escritas.
Y ya ante los medios, ofreciendo elegante conferencia de
prensa para ilustrar al mundo los pormenores del
caso en que fueron “contratados”
La vaina de todo eso, es que el Emperador Fernández I
creyendo que con eso termina de denigrar y corromper el ejercicio del derecho… También
queda en evidencia que no sabe comportarse como “hombre de Estado” ni mucho
menos como “figura internacional”… Buscándose a esta turba de motoconcheros a
bajo precio, en lugar de contratar los servicios profesionales de letrados de mi
prestigio u otros como los doctores Vincho Castillo, Euclides Gutiérrez,
Eduardo Jorge, etc.
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